Los Corredores Biológicos o corredores de conservación, corresponden a áreas con alta
diversidad de plantas con flores, conectividad entre paisajes, ecosistemas y hábitat,
naturales o modificados, y asegura el mantenimiento de la diversidad biológica y
los procesos ecológicos y evolutivo. A través de la mantención de Corredores
Biológicos, es posible conectar a los insectos benéficos de diferentes sectores del predio.
En el diseño y establecimiento de Corredores Biológicos es fundamental considerar
prioritariamente la utilización de especies nativas. Varios países de Latinoamérica,
han diseñado e implementado corredores como una estrategia de conservación.
Los corredores biológicos están integrados por zonas núcleo que la mayoría son
áreas protegida, su conservación es clave para asegurar la vida de una gran variedad
de animales, sobre todo de los que están en peligro de extinción.
El objetivó de los corredores es mantener la diversidad biológica, disminuir la
fragmentación de los hábitats y mejorar la conectividad entre paisajes y ecosistemas.
En la actualidad, el presente cambio climático está sucediendo con mucha mayor
velocidad que cambios climáticos anteriores. Por lo tanto, los corredores cobran mayor
importancia, ya que el paisaje ha sido substancialmente transformado, creando
obstáculos para que las especies cambien su distribución como medida adaptativa al
calentamiento global, por lo que es necesario mantener y restaurar corredores que
permitan esta adaptación. científicos y expertos en la conservación proponen el
establecimiento de corredores biológicos como una alternativa para enfrentar la
fragmentación de los ecosistemas.
Corredores biológicos en Latinoamérica
• En Ecuador, el Corredor de Conectividad Sangay-Podocarpus se convirtió, se
convirtió el primero en el país en mayo de 2021. Tiene una extensión de 567 097
hectáreas y vincula dos áreas protegidas; el Parque Nacional Sangay con el
Parque Nacional Podocarpus, al sureste del país.
• En Costa Rica el Corredor Biológico AmistOsa que se creó en 2010 para conectar
las montañas del Parque Internacional La Amistad (PILA) —pasando por
territorios indígenas, así como el Parque Nacional Piedras Blancas, el Humedal
Térraba-Sierpe y la Reserva Forestal Golfo Dulce— con el Parque Nacional
Corcovado en la península de Osa.
• En Bolivia hay varios corredores biológicos naturales que, pese a no contar con
un reconocimiento legal, funcionan como tales a partir a que han sido
considerados dentro de la gestión de algunas áreas protegidas
• Colombia es uno de los corredores que conecta los Andes Orientales con la
Amazonía. Este corredor, que pasa por el complejo de parques Sumapaz, a través
de Tinigua y Macarena, hacia la Amazonía, es la única gran continuidad de
terreno entre los ecosistemas andinos y amazónicos de la nación