Llevar una nutrición óptima durante los primeros 1000 días de vida es clave para la salud a lo largo de la vida. Así lo afirma la Asociación Española de Pediatría. Por eso, puede que te hayas preguntado si verdaderamente vale la pena la inversión en productos BIO para alimentar a tus hijos. La respuesta es corta: sí. Aunque existen muchas razones para elegir la alimentación BIO, una de las principales y más destacadas es que no contienen toda la cantidad de productos químicos utilizados en la producción convencional.
Sin químicos nocivos
Los niños son particularmente vulnerables a los efectos nocivos de los pesticidas y otras sustancias químicas que se encuentran en los alimentos convencionales. Muchos estudios científicos lo han constatado y han especificado los efectos perjudiciales que provocan cuando se exponen al cóctel químico que se encuentra en nuestro suministro de alimentos y en el medio ambiente.
Sin ir más lejos, a finales de noviembre de 2022 un grupo de investigadores de la Universidad de Granada (UGR), del Instituto de Investigación Biosanitaria y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp) publicaron un estudio en el marco del cual encontraron la asociación entre la exposición de los niños a pesticidas y fungicidas con un adelanto en la pubertad. Durante 22 años estos investigadores evaluaron la asociación entre varios metabolitos urinarios de pesticidas no persistentes y el desarrollo puberal en niños y niñas de zonas urbanas y rurales de España, teniendo en consideración la obesidad, por ser un factor de riesgo en el adelanto del desarrollo.
Los tractos digestivos jóvenes absorben toxinas más fácilmente que los de los adultos, y no se desintoxican de una forma tan eficiente como lo hacen los adultos. Como resultado, las toxinas circulan durante más tiempo en los cuerpos de los niños/ as, lo que hace que el efecto de la exposición sea cuatro veces mayor que en los adultos. Por tanto, algunos de estos pesticidas se metabolizan, alteran el sistema endocrino y adelanta el inicio de la pubertad.
España es el país europeo que más cantidad de pesticidas consume
Tristemente, España es el país europeo que más cantidad de pesticidas consume, como lo acreditan las 77.700 toneladas que se utilizaron en 2020, 34.000 de ellas de fungicidas, el grupo más numeroso. Estos pesticidas se utilizan en la producción agrícola y la dieta es la principal vía de exposición, especialmente a través del consumo de frutas y verduras de agricultura convencional.
Niños más saludables e inteligentes
Pero, más allá de los efectos perjudiciales que puede conllevar darles a nuestros hijos frutas y verduras de agricultura convencional, también se han realizado estudios para observar los enormes beneficios que proporciona una alimentación BIO. Uno de los más recientes y destacados, también llevado a cabo por científicos españoles, es el que asocia esta alimentación con un mayor desarrollo neuropsicológico.
El estudio, publicado en la revista Environmental Pollution y liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), ha encontrado que la ingesta de alimentos ecológicos se relaciona con mejores puntuaciones en pruebas de inteligencia fluida (capacidad de resolver problemas nuevos) y de memoria funcional o de trabajo (la que permite al cerebro retener nueva información mientras se necesita a corto plazo).
Esta consecuencia directa entre alimentación e inteligencia en niños puede deberse a que una alimentación BIO es mucho más rica en nutrientes necesarios para el cerebro, como ácidos grasos, vitaminas y sustancias antioxidantes. Por tanto, los investigadores creen que esta alimentación favorece las funciones cognitivas en la infancia.
Mejor sabor para que los niños/as coman más fruta y verdura
Todos los padres y madres saben que a veces es difícil que los pequeños disfruten comiendo según que frutas o verduras. Si los obligamos, puede que cuando sean más adultos y puedan decidir por sí solos, no quieran introducir estos alimentos en su dieta. En este sentido la alimentación ecológica también juega un papel importante porque, más allá de que sea más saludable, también es más sabrosa.
Una dieta BIO es mucho más rica en nutrientes necesarios para el cerebro, como ácidos grasos, vitaminas y sustancias antioxidantes
Así lo ha demostrado un estudio que ha llevado a cabo la Universidad Agrícola de China. Los investigadores sugieren que las fresas son más dulces si no se usan fungicidas para su cultivo, por eso las fresas que provienen de agricultura ecológica suelen ser mucho más sabrosas que las de agricultura convencional.
Estos fungicidas, que se usan en el cultivo de la fresa, protegen el fruto interrumpiendo los procesos celulares y, por tanto, su crecimiento y proliferación. Pero, como daño colateral, también provocan alteraciones en el desarrollo natural de la fresa haciéndola insípida.
Frescos y saludables
Los alimentos que provienen de la agricultura ecológica suelen ser de proximidad. Por eso, son alimentos mucho más frescos, nutritivos y de calidad, contribuyendo a una dieta más saludable. Por si fuera poco, estos alimentos pueden ayudar a prevenir alergias y sensibilidades alimentarias. El motivo reside en que los alimentos ecológicos no contienen aditivos artificiales ni conservantes, unos componentes que sí están presentes en alimentos procesados y que pueden desencadenar reacciones alérgicas.
Estos dos últimos motivos, sumados a una mayor seguridad por la ausencia de químicos nocivos y a un aporte nutricional mucho más elevado que revierte en su estado físico y cognitivo, es suficiente para concluir que una alimentación BIO sí es una apuesta beneficiosa para que los niños/as crezcan más sanos.
Autora: Neus Palou, Periodista especializada en medio ambiente.
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