Los beneficios de la agroecología son más fructíferos que el agronegocio, pero desafortunadamente son escasas las políticas públicas que favorezcan la producción de alimentos saludables. Se hace imperante que las familias campesinas puedan trabajar satisfactoriamente sus tierras, con ello el potencial agroecológico seria excepcional para alimentar al conjunto de la sociedad.
La apertura a la actividad agroecológica es un hecho que sigue consolidándose en todo el mundo, muchos trabajadores de la tierra, inversores e investigadores están apuntando a este objetivo, lo que conduce a una minimización del tradicional modelo agroindustrial de monocultivo.
Ya es común encontrar diferentes países que se están direccionando hacia la agroecología. Es un fenómeno que obtiene impulso por las problemáticas ambientales, la reducción de los niveles de producción, la ausencia de agroquímicos de calidad y las demandas sociales.
La producción agroecológica actual está teniendo sustento en sistemas productivos mixtos, enfocados fundamentalmente a la agricultura, la ganadería, la horticultura, entre otros. Por lo general, la inmensa mayoría de las producciones son agrícola-ganadera, esto hace a la agricultura extensiva y hortícola sea muy intensiva. De igual manera, es relevante destacar el número significativo de producciones orientadas a la carne ovina, vacuna, caprina, huevos, frutos secos, etc.
Las expectativas para que la agroecología pueda crecer con el traspasar del tiempo son altísimas, puesto que su potencial luce indestructible a nivel mundial. No obstante, es imperativo que los gobiernos puedan adentrarse en la jugada e instaurar políticas públicas que den vida al sector y por ende, fomenten el trabajo de la tierra.
Disponer de una oferta amplia de alimentos orgánicos es el deseo de muchos, por lo que la promoción de medidas o estrategias que fomenten la actividad agroecológica es un requisito indispensable para todas las naciones del mundo.
